Los vinos naturales son el resultado de una elección filosófica destinada a redescubrir la expresión natural del terruño.
Provienen de uvas trabajadas en agricultura ecológica, sin herbicidas, pesticidas, fertilizantes u otros productos sintéticos.
La vendimia es manual y durante la vinificación el viticultor se esfuerza por mantener vivo el carácter del vino.
Quedan prohibidas las intervenciones técnicas que puedan alterar la vida bacteriana del vino, así como cualquier adición de producto químico, con excepción, si es necesario, de sulfitos en muy pequeñas cantidades. Las dosis máximas de SO² totales toleradas son 30 mg / l para los tintos y 40 mg / l para los blancos.
Los vinos naturales son productos opuestos a la estandarización, que intentan acercarse lo más posible a la calidad del gusto. Uvas y sacar su tipicidad de sus respectivos terruños.
Los viticultores que invierten en esta manera de mancha de vino para trabajar las cepas y también los vinos respetando la naturaleza de los suelos mediante un trabajo largo y minucioso.
Una cepa sin herbicida para permitir que la cepa dé sus cualidades de terruño y pureza; lo que implica la ausencia de herbicidas, pesticidas, fertilizantes, insecticidas y productos sintéticos.
Trabajar los vinos de forma natural sirve para dejar las levaduras autóctonas realicen sus sucesivas transformaciones para obtener una vinificación larga, tranquila y elegante que permita que los vinos revelen todas sus expresiones.
Además, el uso de un mínimo de azufre o nada de azufre es una regla de conducta.
